14.11.05

El legado de Jacinto Higueras, en Úbeda.

En cuanto al patrimonio escultórico ubetense, Úbeda contó en los últimos siglos con grandes escultores, que han legado su gracia y maestría artística a nuestras plazas, calles, palacios e iglesias. De los muchos que han legado su obra artística en la ciudad el pasado siglo, voy a tratar en este articulo de manera especial, de nuestro comprovinciano Jacinto Higueras.

Jacinto Higueras Fuentes nace en la localidad jiennense de Santisteban del Puerto el 22 de febrero de 1877 y muere en Madrid en 1954. Este escultor-imaginero de los más sobresalientes del panorama artístico de la España contemporánea. Que desde muy niño se siente atraído por la pintura. En 1894 fija su residencia en Madrid, en donde llega pensionado por la Diputación de Jaén para cursar estudios de pintura bajo las directrices de Federico Madrazo, pero con la muerte de éste, se trunca sus deseos. Pronto emprendió el camino de la escultura. Sus protectores son la familia Sagasti, quienes le llevan al estudio del escultor Agustín Querol, donde Higueras Fuentes modela sus primeras obras en barro, bajo la admiración del maestro catalán.
Muy joven, en Madrid, comenzó a destacar entre los grandes maestros. Un busto de José del Prado y Palacio, prohombre de Jaén, que se guarda en el Museo Provincial, le abrió el camino en la capital de España. En 1920 ganó la primera Medalla de la Exposición Nacional de Bellas Artes, por su obra «San Juan de Dios», que ha figurado mucho tiempo en el Hospital y luego en el Museo Provincial, formando parte del patrimonio de la Diputación. Colaboró entre 1900 y 1909 con el veterano escultor Mariano Benlliure.

Fue recibido como académico de la Real de Bellas Artes de San Fernando en 1944 y su discurso de ingreso versó sobre Martínez Montañés, otro gran hijo de nuestra tierra, concretamente de Alcalá la Real. Hizo para Jaén capital las efigies de Bernardo López, Bernabé Soriano, Almendros Aguilar y Las Batallas. En imaginería, junto al San Juan de Dios, moldeó al Cristo de la Buena Muerte de la Catedral de Jaén. En 1977 se celebró el centenario de su nacimiento y el Ayuntamiento de Jaén le dedicó una ostentosa distinción.
Su obra escultórica legada a Úbeda, fue el monumento al militar Leopoldo Saro Marín y la venerada imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno.

Según Ginés Torres, en su volumen II, de su exaltada obra Historia de Úbeda en Sus Documentos, acerca de Leopoldo Saro y Marín, nos dice: <“…Es vieja la vinculación de este ilustre cubano a la ciudad de Úbeda. Fue el concejal don Cesáreo Pérez Almagro quien propone al ayuntamiento el nombramiento de Saro en su categoría de “Hijo Adoptivo” de Úbeda, por su brillante actuación en la campaña del Rif, acciones militares que le valen a don Leopoldo su ascenso a Comandante.

Dice la propuesta de Pérez Almagro: “…que aunque no ha nacido en nuestra tierra, pues vio la luz bajo el hermoso cielo cubano, es ubetense de corazón y por muchos motivos profesa a este país muy hondo afecto…”>
< Es en 1927 cuando Úbeda dá el nombre de don Leopoldo a la antigua Plaza de Toledo y este mismo año se le rinde un caluroso homenaje del ayuntamiento al General Saro en reconocimiento a este ilustre bienhechor… este homenaje bien pudiera consistir en la erección de una estatua instalada en una plaza o paseo el cual llevaría su nombre…

En 1928 el Ayuntamiento acuerda librar cinco mil pesetas para la estatua de Saro que fue inaugurada en 1930 >
Situada primero en el Paseo del Mercado; es en 1957, bajo la Alcaldía de Miguel Sánchez Díaz, cuando se sitúa en la antigua plaza de Toledo, el monumento del Ilustre General, siendo desmontada junto al basamento de piedra, en Junio de 2000, por motivo de las polémicas obras de aparcamientos subterráneos, que se realizaron, en dicha plaza.

En los primeros meses de 2003, bajo la Alcaldía de Marcelino Sánchez Ruiz, se acuerda en comisión, montar otra vez el monumento. Así, en la actualidad un grupo de ciudadanos preocupados por su patrimonio, están recogiendo miles de firmas, para que vuelva a montarse tan singular monumento, ante la actual negativa del área de Urbanismo.

Este monumento homenaje al Ilustre Militar, considerada como una de las obras cumbres escultóricas del siglo XX, en Úbeda. Representa en figura de bronce al General Saro, asentado sobre un basamento de piedra, que personifica al Ángel de la Victoria; protegiendo a soldados y al Ángel de la Paz; protegiendo a trabajadores. La escultura es una de las más logradas por el imaginero santistebeño. Hoy se guarda en la Vieja Cárcel, de la Avenida de la Libertad; en cuanto al basamento, muy dañado tras el desmontaje; se almacena en los antiguos almacenes de trigo de la calle Blas Infante.

En Santa María de los Reales Alcázares se guarda la imagen titular de la cofradía de Jesús Nazareno fundada en 1577; sustituye a la primitiva talla conocida como El Señor de las Aguas. La actual imagen es ejecutada en 1940, por nuestro comprovinciano Jacinto Higueras, en madera policromada y a tamaño natural. Se estrecha a la iconografía más tradicional, aunque alejado en su resolución de todo dramatismo. Siendo talla completa procesiona vestido, dotado de un aire clásico y sereno. Es la última obra que hizo para Úbeda (como curiosidad decir que en el Museo de Jacinto Higueras de Santisteban del Puerto, se guarda un boceto en barro de la cabeza de Jesús Nazareno de Úbeda).
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