1.10.05




SALVEMOS LA ESQUINA MÁS SUGESTIVA DE ANDALUCÍA.
EL PALACIO DE LOS CONDES DE ALICÚN.
De la arquitectura civil público-privada en Úbeda encontramos ejemplos desde el siglo XIV al siglo XX. En ella se agrupan la ad constructiva entre la pequeña nobleza
y hacendados, seguida de cerca por los poderes públicos. Del primer tercio de este siglo, con elementos del XV ya trasnochados, son las fachadas del palacio de Torrente de la calle Montiel, construido en la segunda mitad del siglo XVI es una pieza clave del plateresco en la ciudad. El palacio de Los Dávalos “Casa de las Torres”, ejemplo señero de casa palacio con torres de origen guerrero medieval cuya herencia pervivirá hasta bien entrado el siglo XVII en otros palacios. Del principio del siglo XVI es también la fachada de la casa del Regidor ubicada hoy en la plaza de Vázquez de Molina.
En el palacio ubetense, un rasgo distintivo es el patio columnado central caracterizado por columnas de módulo estrecho y esbelto, así como la portada adintelada flanqueada por columnas o pilares y el balconcillo en esquina con columnita marmórea medial. La ciudad ofrece uno de los conjuntos palaciegos renacentista más interesantes de España. Los palacios ubetenses son así el reflejo de la competencia nobiliaria que se va a potenciar durante los siglos XVI y XVII en una arquitectura civil más privada que pública de carácter autoafirmante. En este sentido será principalmente la familia Cobos la que realice un conjunto urbano singular; destacando el proyecto de Francisco de los Cobos de programar en un mismo espacio su palacio, su capilla funeraria, un hospital y una universidad, obra esta última que no pudo acometer.
Pertenece EL PALACIO DE LOS CONDES DE ALICÚN. Al tipo característico de la arquitectura civil. Con una superficie de unos 1.500 m 2, de parcela. De autor anónimo. Su estilo es Renacentista.
Fundado por Antonio de Ortega Porcel Valencia y Molina, Emprendió su construcción en la última década del siglo XVI, tomando su popular nombre después de su posterior propietario Juan Luis de la Cueva y Piédrola, primer conde de Guadiana desde 1711.
Organizado conforme a los parámetros de palacio renacentista, en torno a un patio porticado central, su singularidad estriba en el tratamiento de su torre. Construida entre 1611 y 1615, se concibe, por su carácter de símbolo nobiliario de exaltación de un linaje, como un apéndice del edificio para mostrarse a la calle Real, principal acceso al recinto intramuros de la ciudad. De planta cuadrada, se organiza en cuatro cuerpos en los que destacan grandes balcones, con el central en esquina. El cuerpo superior presenta el tipo de galería abierta vandelviriana, difundida tras su utilización por vez primera en el palacio de Vela de los Cobos. La decoración se plantea como un ostentoso programa propagandístico en el que destaca la heráldica familiar, y en el que se combinan elementos manieristas foráneos en conjunción con elementos tradicionales en la arquitectura local del siglo XVI.
Su uso histórico fue el residencial, vendido posteriormente como Colegio de Primaria en 1906 a las Hermanas Carmelitas de la Caridad, por el último propietario que fue José Pasquau López. Su estado de conservación e intervenciones significativas: en mal estado de conservación general. En 1966 se consolidó la monumental torre.
Este palacio que permanece abandonado desde el cierre del Colegio y el abandono de las religiosas en 1988, se alza resistiendo victorioso el paso de los años en la Calle Real y en la Plaza de San Pedro. Un bello entorno de la ciudad que recientemente sufre unas obras de verdadera aberración urbanística, por motivo de la utilización de materiales de mala calidad, impropios de una ciudad artesana por excelencia, como Úbeda. De hecho a la calle Real, se le llama la calle Arqueta. ¿Por qué será?
Es una muestra más que suficiente, que a lo largo de los últimos años, a causa de la ignorancia, especulación y admiración hacia el arte, la Corporación Municipal, da igual del signo político que sea, ha hecho y comete estragos y atentados contra el patrimonio histórico y cultural de la localidad. Debido a ello, han nacido varios colectivos locales, que luchan para defender este legado de siglos, colectivos apolíticos como los CABALLEROS VEINTICUATRO o la Asociación Cultural local PLAZA VIEJA.
Cómo último, decir que se pronostica desde hace años cuál será el uso futuro de este Palacio; el Hotelero, debido a la gran demanda de turismo, que viene a nuestra ciudad. Proyecto este, que no tardará, esperemos en ser una realidad.