7.12.05

RINCONES ÚNICOS DE ÚBEDA. LA PUERTA DE LA LUNA DE SAN ISIDORO.


Acerca de San Isidoro nos indicaba el laborioso investigador e historiador Ginés Torres Navarrete, en su dilatada y admirable obra literaria “Historia de Úbeda en sus documentos” tomo IV; Parroquias, lo siguiente:
“…En los confines de una ciudad que estira sus manzanas hacia poniente, casi al alcance de la mano de la Torre del Reloj. San Isidro o Santisidoro se alza con el rico botín de la más extensa de las collaciones de Úbeda. De su mole impresionante, fue fiel guardiana la torre más esbelta y bella de la ciudad, vigía fiel de unos derroteros plateados que se pierden más allá de Baeza…”
Ascendiendo por la calle Mesones, y a nuestra izquierda, nos topamos con la calle del Cronista Cazaban.
Como dato curioso, quiero dejar constancia de la siguiente efeméride…; el próximo día 14 de enero de 2006, se cumple el setenta y cinco aniversario de la muerte de este Ilustre Cronista. Cronista que fue oficial de la provincia de Jaén.
Alfredo Cazaban Laguna, natural de Úbeda, fue soporte y alma durante dieciocho años de la revista provincial “Don Lope de Sosa”, desaparecida en Diciembre de 1930. Así este Ilustre ubetense, fue sin duda una de las figuras más eminentes que ha dado Úbeda en el campo de la cultura.
En esta citada calle donde antaño se levantaron históricas casas, de finales del siglo XIX. Se sitúa la fachada Norte de la iglesia parroquial de San Isidoro.
Uno de los templos más importantes construidos extramuros de la ciudad. Su poderosa collación religiosa tuvo una gran bifurcación urbana, llegando a convertirse en el siglo de Oro, en el arrabal de mayor población de la ciudad.
De esta renacentista iglesia, solo nos queda de su primitivo pasado gótico sus dos portadas laterales: la meridional, llamada como es normal en estos casos, la del Sol y la opuesta la de la Luna. Entre ambas, hoy, son un acceso a un hermoso templo comenzado a construir a partir de la segunda mitad del siglo XVI, dentro de las órdenes puramente marienistas.
La torre de San Isidoro fue la más esbelta de Úbeda. Construida en el último cuarto del siglo XVI, sufrió numerosos daños, a causa de un terremoto ocasionado en el siglo XVIII. En 1862 el segundo cuerpo de la ruinosa torre es sustituida por la actual espadaña. Así en el primer cuerpo de la torre, contemplamos el escudo del obispo Moscoso Sandoval, y la fecha de finalización del templo 1634.
El conjunto en sí de la iglesia se empezó por los pies, realizándose sus dos portadas. Desconocemos quien fue su autor, si bien según nos dice Lázaro Gila Medina, debió dar sus trazas Pedro López. Colaborador de varios proyectos patrocinados por el obispo Alonso Suárez de la Fuente del Sauce; a finales del XV y principios del XVI.
La puerta de la Luna de un estilo muy sobrio, sigue el modelo de puerta pro plateresca, con arco apuntado con varias arquivoltas, siendo enmarcada por pilarcetes con baquetones, coronándose todo el conjunto por una diminuta cornisa decorada con motivos vegetales y crestería. Con bellas gárgolas a los lados. Sin embargo, es de destacar la presencia de decoración al grutesco entre la cardina gótica, siendo una de las primeras manifestaciones pro renacimiento en la ciudad. Como último dato curioso, el que nos sugiere Montes Bardo, acerca de la decoración carnavalesca de las arquivoltas a modo de cetrería.

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